Películas así te hacen preguntarte por qué el cine independiente no es más valorado internacionalmente. Es verdad que los críticos de todo el mundo tienen una tendencia de poner por las nubes los filmes de bajo presupuesto, realzando su calidad en los diálogos y su representación de la vida cotidiana.
Sin embargo en este largometraje nada es exagerar. Es un culto hacia la música de los años 60 y 70: David Bowey, The Rolling Stone, Pink Floyd, Charles Aznavour (cantante francés con gran fama en la República de mi casa). La música es la que marca el ritmo en la vida del protagonista, donde cada tendencia musical acompaña a cada época de su vida: infancia, adolescencia, madurez.
El protagonista vive una constante lucha interna entre sus tendencias sexuales y el amor y adoración por su padre. Se siente reprimido por una sociedad donde la libertad es mínima y le hace huir hacia mundos desconocidos, que a su vez le ayudan en cierto modo a encauzar su vida.
Una conmovedora y bonita historia que te hace ver que en el fondo somos todos iguales, y que todos tenemos los mismos sentimientos paternales y filiales.
Estas dos escenas de la película merecen su visionado simplemente por escuchar a Charles Aznavour y David Bowey.
Charles Aznavour~Emmenez-moi
David Bowie~Space Oddity
Conmovedora, divertida, emotiva, familiar, mágica, sexy y... loca!!!
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